El estreno oficial, con la presencia de la primera mandataria y otras autoridades nacionales, está previsto para pasado mañana. Pero el debut operativo y real de la nueva Terminal C de Ezeiza no será durante la festividad patria, sino casi una semana después, en coincidencia con la francesa, el 14 de julio, a las 6.05 horas.

Entonces, el vuelo inaugural será el N° 1250 con destino a Río de Janeiro, de Aerolíneas Argentinas, la línea aérea que operará desde la flamante Terminal C, para sus vuelos internacionales y parte de los de cabotaje.

Con ese bautismo, la infraestructura aeroportuaria del país habrá dado su salto sustantivo en materia de seguridad, infraestructura, diseño y operatividad para la principal puerta de entrada al país, hoy trajinada por unos 8 millones de pasajeros al año.

La Nacion recorrió ayer, en exclusiva, la nueva terminal: 21.000 m2, provistos con tecnología de vanguardia, que incluyen sistemas inteligentes de salvamento e incendio, y un diseño arquitectónico de primer nivel. La inversión de la empresa Aeropuertos Argentina 2000 (AA2000) para la nueva estación fue de $ 600 millones-financiada mediante la emisión de un bono internacional-, demandó 19 meses de obras y empleó a unos 1000 trabajadores.

La nueva estación, que albergará diariamente a cerca de 3000 pasajeros, incorpora 20 nuevas posiciones de
check in , ocho mangas de embarque, 12 nuevos puestos de migraciones, 2500 nuevos estacionamientos y más de 600 asientos en las amplias salas de preembarque.

Además, el equipo de ingenieros y arquitectos de AA2000, que ya intervino o reformuló cerca de 40 aeropuertos en el país, Uruguay, Ecuador y Armenia, diseñó un nuevo puente de acceso sobre la autopista Riccheri para redistribuir el flujo de pasajeros dentro de la estación.

La obra representa la segunda etapa concretada de modernización y refuncionalización de Ezeiza, luego del primer estreno de los 18.000 m2 de la Terminal A, en 2000. Pero el masterplan integral de Ezeiza supone la operatividad de un total de 145.000 m2, que podrán atender a 13 millones de pasajeros al año y realizar 90.000 operaciones.

Además, en el segundo semestre de 2013, cuando la obra esté finalmente concluida, Ezeiza también contará con un hotel cuatro estrellas de 120 habitaciones (ver recuadro).

Ayer, un ejército de operarios trabajaba contra reloj en los detalles de la terminación interior de la megaobra, mientras que desde diversas plataformas, como cigüeñas y tijeras mecánicas, el trajín tampoco cesaba, como en el caso de la colocación de las placas de aluminio exterior.

"Por la complejidad de la obra que encaramos, para nosotros es un gran orgullo poder presentarles a los usuarios y a la sociedad una nueva etapa concluida para un aeropuerto moderno que duplicará operatoria", señaló ayer a La Nacion, Ernesto Gutiérrez, presidente de AA2000. "A partir de esta inversión en infraestructura ya están dadas las condiciones para que tanto Aerolíneas Argentinas como LAN puedan avanzar en un servicio clave: que Ezeiza pueda ofrecer conexiones de cabotaje sin necesidad de que los pasajeros se trasladen a Aeroparque", agregó.

De cuatro niveles, incluido el subsuelo, el nuevo portento luce como una gran estructura vidriada de pura gramática contemporánea.

En su interior, el granito, el acero, los revestimientos símil madera y de piedra San Luis, junto con la iluminación de vanguardia, conviven de forma armónica en espacios amplios y de doble altura, como los dedicados a las salas de preembarque, donde las hileras de asientos se jactan de su olor a nuevo.

Ayer, un grupo especial de operarios de AA2000 se entrenaba en el manejo hidráulico de las flamantes ocho mangas de fabricación norteamericana, que también estrenará Aerolíneas Argentinas.

"Para nosotros, el énfasis no estuvo sólo en el diseño, sino en la eficiencia de la operatividad de la nueva estación y en su fácil mantenimiento", resumió Marcelo Minoliti, director de infraestructura de AA2000.

A nivel de infraestructura, el nuevo portento tiene de qué ufanarse: fue proyectado para poder recibir a los nuevos Airbus 380, de dos pisos, mediante un refuerzo de las plataformas de hormigón, de casi dos metros de espesor. Y todo el sistema de abastecimiento de combustible -
piping - representa una compleja red subterránea de dos kilómetros, es capaz de abastecer hasta 2000 litros de combustible por minuto, al igual que en los aeropuertos europeos.

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